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Artificial Intelligence in Positive Mental Health: A Narrative Review

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Author(s): Anoushka Thakkar, Ankita Gupta, Avinash De Sousa
Year: 2024
Bibliographic Reference: Thakkar, A., Gupta, A., & De Sousa, A. (2024). Artificial Intelligence in Positive Mental Health: A Narrative Review. Frontiers in Digital Health, 6, 1280235. https://doi.org/10.3389/fdgth.2024.1280235

Categoría asignada: Empatía y motivación

Resumen: #

El artículo Artificial Intelligence in Positive Mental Health: A Narrative Review analiza el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la salud mental positiva, con un enfoque en cómo esta tecnología puede promover la regulación emocional, la accesibilidad a terapias y mejorar la intervención temprana en trastornos mentales. Los autores exploran el uso de algoritmos de aprendizaje automático, chatbots, procesamiento de lenguaje natural (NLP) y otras herramientas de IA para ayudar en la gestión y tratamiento de trastornos mentales y emocionales.

El informe comienza definiendo la IA en el contexto de la salud mental y sus aplicaciones clave, que van desde la identificación temprana de síntomas hasta la provisión de soporte emocional. Se destacan tres áreas principales donde la IA está demostrando un gran potencial: la conciencia sobre la salud mental, el apoyo personalizado a los pacientes y la intervención terapéutica.

En cuanto a la conciencia sobre la salud mental, la IA ha mostrado ser útil para aumentar el entendimiento público sobre los problemas mentales. A través de tecnologías como el análisis de sentimientos y el procesamiento de grandes volúmenes de datos de redes sociales, la IA puede detectar cambios en el discurso público sobre temas de salud mental y ayudar a desestigmatizar trastornos como la depresión o la ansiedad. Los chatbots impulsados por IA también se utilizan para brindar orientación y soporte básico, ayudando a los usuarios a identificar síntomas tempranos de problemas emocionales.

El artículo también discute cómo la IA puede ofrecer apoyo personalizado. Mediante el uso de sensores en dispositivos portátiles, los algoritmos pueden monitorear el comportamiento y las emociones de los usuarios en tiempo real, lo que permite a los profesionales de la salud ajustar las intervenciones de acuerdo con los datos recopilados. Estas aplicaciones no solo ayudan a detectar posibles recaídas en pacientes con trastornos del estado de ánimo, sino que también fomentan una gestión proactiva del bienestar emocional, ofreciendo recomendaciones sobre prácticas de autocuidado.

En términos de intervención, la IA está facilitando nuevas formas de terapia, incluyendo chatbots que pueden interactuar con los pacientes de manera similar a un terapeuta humano, realizando preguntas sobre el estado emocional, niveles de estrés y hábitos de sueño. Estos sistemas analizan las respuestas del usuario para sugerir ejercicios de regulación emocional o, en casos graves, derivar al paciente a un profesional de la salud mental. Además, la IA también se utiliza en sistemas de realidad virtual para terapias de exposición, ayudando a los pacientes a superar miedos o ansiedades en un entorno controlado.

A pesar de sus avances, los autores subrayan que la IA no puede sustituir por completo la interacción humana en el cuidado de la salud mental. Si bien los chatbots y las aplicaciones pueden ofrecer soporte inicial y accesible, la empatía humana sigue siendo insustituible en muchos contextos terapéuticos. Los algoritmos de IA aún carecen de la capacidad para comprender completamente las emociones humanas en su profundidad, lo que es fundamental en la relación terapéutica entre el paciente y el terapeuta.

El documento también explora las limitaciones éticas y culturales del uso de la IA en la salud mental. Se menciona la necesidad de desarrollar algoritmos culturalmente sensibles que puedan adaptarse a las diferentes expresiones de angustia emocional que varían según el contexto cultural. Asimismo, los autores alertan sobre los peligros del sesgo en los datos utilizados para entrenar estos sistemas, lo que podría generar tratamientos ineficaces o incluso discriminatorios si no se aborda adecuadamente.

En resumen, el artículo resalta el potencial de la IA para complementar el trabajo de los profesionales de la salud mental, proporcionando soporte accesible y personalizado, pero enfatiza la importancia de mantener la supervisión humana en todo momento. Los avances en IA pueden hacer que las intervenciones en salud mental sean más eficaces y accesibles, pero requieren un enfoque ético que priorice el bienestar de los pacientes y que no pierda de vista la importancia de la empatía humana en el proceso terapéutico.

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