Autor(es): Edward Meinert, Madison Milne-Ives, Ernest Lim, Aisling Higham, Selina Boege, Nick de Pennington, Mamta Bajre, Guy Mole, Eduardo Normando, Kanmin Xue
Año: 2024
Referencia bibliográfica:
Meinert, E., Milne-Ives, M., Lim, E., Higham, A., Boege, S., de Pennington, N., Bajre, M., Mole, G., Normando, E., & Xue, K. (2024). Accuracy and Safety of an Autonomous Artificial Intelligence Clinical Assistant Conducting Telemedicine Follow-up Assessment for Cataract Surgery. eClinicalMedicine, 73, 102692. https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2024.102692
Categoría asignada: Asistencia sanitaria pública
Resumen:
El artículo Accuracy and Safety of an Autonomous Artificial Intelligence Clinical Assistant Conducting Telemedicine Follow-up Assessment for Cataract Surgery investiga la precisión y seguridad de un asistente clínico autónomo impulsado por inteligencia artificial (IA) llamado Dora R1 para realizar seguimientos postoperatorios a pacientes de cirugía de cataratas. Este estudio se llevó a cabo en dos hospitales del Reino Unido, donde 225 pacientes participaron entre septiembre de 2021 y enero de 2022. El asistente de IA realizó una evaluación telefónica aproximadamente tres semanas después de la cirugía, bajo la supervisión de un oftalmólogo que podía intervenir si era necesario.
El objetivo principal del estudio fue comparar las decisiones clínicas del asistente Dora R1 con las de los especialistas en oftalmología en relación con cinco síntomas postoperatorios clave y determinar si los pacientes requerían una revisión adicional o podían ser dados de alta. Se analizaron factores como la precisión, la seguridad, la aceptabilidad y el impacto en los costos del sistema en comparación con el cuidado estándar.
Los resultados mostraron que Dora R1 alcanzó una sensibilidad del 94% y una especificidad del 86%, lo que indica una fuerte concordancia con las decisiones de los oftalmólogos supervisores (índice kappa de 0.758 a 0.970). En los casos en que Dora R1 recomendó el alta a los pacientes, solo un pequeño porcentaje (9%) presentó cambios inesperados en el manejo, y todos estos casos también habían sido recomendados para el alta por el oftalmólogo supervisor. El estudio concluye que Dora R1 es una herramienta segura y precisa para automatizar las evaluaciones de seguimiento rutinarias, permitiendo que los médicos se enfoquen en pacientes con complicaciones.
En términos de coste-efectividad, el uso de Dora R1 demostró ser más eficiente en comparación con el seguimiento tradicional. Los autores calcularon que el costo por paciente con Dora R1 fue de aproximadamente £35 menos que el seguimiento cara a cara estándar. Además, el 96.5% de las llamadas fueron completadas de manera autónoma por el asistente de IA, lo que subraya su viabilidad para implementaciones a gran escala. Este ahorro de costos proviene principalmente de la reducción en la carga de trabajo del personal clínico, ya que Dora R1 maneja la mayoría de los casos sin necesidad de intervención humana.
El estudio también evaluó la usabilidad y aceptabilidad de Dora R1 mediante entrevistas a 20 participantes. Aunque en general los pacientes encontraron el sistema aceptable para casos rutinarios, algunos expresaron preocupaciones sobre la falta de un “elemento humano” en situaciones más complicadas o emocionales. A pesar de esto, muchos participantes señalaron que preferían interactuar con Dora R1 en lugar de un médico en persona en circunstancias donde no había complicaciones, ya que les ofrecía más tiempo para reflexionar sobre sus respuestas sin sentir la presión de ocupar el tiempo de un profesional.
En términos de seguridad, solo un paciente tuvo una complicación postoperatoria significativa después del alta, desarrollando uveítis anterior a los 44 días del seguimiento de Dora R1. Este resultado demuestra que la herramienta es generalmente segura, pero los autores sugieren que más estudios son necesarios para asegurar que Dora R1 sea capaz de identificar complicaciones graves en otros contextos clínicos.
En conclusión, el estudio ofrece evidencia preliminar de que Dora R1 es una solución segura, aceptable y eficiente en costos para el seguimiento postoperatorio de cirugías de cataratas. Los autores recomiendan su evaluación en un entorno más amplio y realista, pero destacan que este tipo de tecnologías pueden liberar tiempo de los profesionales de la salud para centrarse en tareas más críticas, mejorando así la eficiencia del sistema de salud pública en general. También enfatizan la importancia de no deshumanizar el cuidado de la salud, sugiriendo que estos sistemas deben ser complementarios y no sustitutos de la interacción humano-paciente en casos complejos.